miércoles, 1 de enero de 2014

Huracán norteño

Ojalá todo el mundo tenga a su pequeño huracán, si, ese tipo de persona, que cuando menos lo esperas, tal vez cuando más lo necesites, o cuando menos probable crees su llegada, aparece. Y te desordena tu mundo de desorden pintado de armonía, y arrasa con todas aquellas cosas que empezaban a estacionarse en tu vida, y que si solamente un huracán consigue llevárselas, no eran realmente valiosas.
Pero no os hablo de un personaje cualquiera que transcurre sin más, os hablo de aquel que deshace a mordiscos las cuerdas que amarraban tus alas y por un momento, tal vez un rato, puedes volar, o sobrevolar junto a sus alas curtidas en mil vuelos.
Quién dice volar, dice girar, moverse, bailar sobre tu mundo sin pensamiento futuro alguno, porque eso es lo que hacen los huracanes, ¿verdad?
Os hablo de un pequeño gran enorme huracán que jamás podrás intentar retener, porque te puedes proteger de un huracán, pero ¿alguna vez has intentado mantener uno?, quizá sea porque nadie quiere tener consigo a un huracán, o porque no saben proteger de él lo más valioso y dejar que juguetee con lo banal. La paz mantiene lo bueno pero no destruye lo malo, ¿qué hay de malo entonces en una justa dosis de caos para acabar con lo sobrante?
Procura amar lo que crea y destruye tu huracán, juega con él, hazle ver que nada tienes que temerle, pero jamás intentes moldearle, retenerle, ni muchísimo menos encariñarte de él, simplemente lánzate a su llegada, deja que sus brazos te arrullen y te envuelvan en su visión del mundo, y nunca le esperes para cenar, ni para octubre, ni para verano, ni para tu cumpleaños, solamente guárdale un bonito recuerdo.

lunes, 14 de octubre de 2013

El invierno de los sentimientos.

Hoy no me abriga ni la triste esperanza,
Y este frío que desprende la soledad me cala los huesos,
El invierno de los sentimientos
esta anidando en mi pequeño microclima.

El café se hunde en el fondo de la taza,
Como buscando mi dignidad,
Y probablemente la taza sea un pozo sin fondo.
Hoy no es suficiente una cucharada de azúcar
 o de sonrisas
para saciar las ansias de amargura de mi café,

Hoy se ha propuesto ser amargo,
 estimulante de ceños fruncidos
 y ha consumido mi sueño,
reduciéndolo a vulgares pesadillas 
con complejo de noches decepcionantes de Malibú y Tequila.  

Hpy solo es un azul enfermo,
un azul que se ilumina para intentar transformar
los grises nubosos de mis  miradas,
un azul de los que tiñen lágrimas
pero si lo mezclas con el rojo de tu iris
podría volverse un marrón mierda poco deseado.

Hoy he notado la lejanía,
y he notado la distancia,
que simula el no tener ni aire que respirar
 y que el coraje te ahogue.

De la cabeza a los pies.


Eras poesía de la cabeza a los pies, haciendo una parada a mitad de camino.
Tus ojos eran la metáfora simple de el otoño verde y cálido.
Y tu boca tenia complejo de playa cargada de oleaje buscando sirena con deseo de sumergirse en la profundidad de tus abismos. 
Yo siempre pensé que en los abismos crecen las plantas más bonitas, las que ciegas de tanta oscuridad no conocen la crueldad de la luz, con sus verdades y reflejos de desconsuelo.
Y que decir de los versos que persiguen el tacto de tus manos, 
pues decir que me escribiste versos de melodrama donde solo había papel cuadriculado.
Y llenaste de verso libre y salvaje mis anotaciones serias e infundadas escritas con el gris del lápiz. 
Eras el café de las doce de la noche,
O el cigarrillo en el balcón que nunca he probado, pero me sabe bien.
Maldito despiste, olvide mis ganas de infravalorarte en el andén nueve con destino a la realidad. 
Y en ese mismo andén tuve la certeza de que odiaría por siempre las despedidas. 

jueves, 12 de septiembre de 2013

Cómo morir es cuestión de gustos.

Un día, no sé en que momento ni porqué, entendí que vivir de esperanzas, paciencias, y planes de futuro difuso, también es una forma de morir poco a poco.
Es morir poco a poco pensar lo que no puedes vivir, pero te hace sentir viva.
Es morir poco a poco intentar volver al camino que tiempo atrás te lanzó al vacío.
Es morir poco a poco tratar de querer poco a poco.
Es morir poco a poco inundar de recuerdos tu presente hasta ahogarte entre ellos.
Es morir poco a poco vivir de suspicacias al cruce de mis ojos con tu boca.
Es morir, vivir de la sonrisa de alguien.
Y llegados a este punto, me temo que mi vida se consume por momentos. 

lunes, 26 de agosto de 2013

Los 16 de Sandra.

…Y sonrió, con sus 16 años a cuestas y miles de momentos,
y el mundo quiso parecer un poquito mejor,
porque sonrió con la certeza de que todo se puede conseguir,
ganar, amar, ser feliz, solo es cuestión de no contar los intentos…

Me planteo que decirte estos versos,
tal vez ñoños, tal vez desequilibrados,
tal vez faltos de experiencia,
pero sinceros, sinceros y comprobados.

Y aún no lo sé,
podría decirte que eres tan diferente,
y que eso nos une más aún,
y que el día que te parezcas a mí…
joder, espero que ese día nunca llegue,
y que por siempre seas la Sandra feliz,
y que siempre llegues de la mano de tu saludo,
¡Holaaaaaaaaaaaaa! ¿Novedades?


Que si te fallan los príncipes
de corona roñosa y sonrisa abollada
seremos princesitas azules para ti
y te emocionaremos llorando en versión cascada.

Y he de decirte, que nos sangran los oídos
cuando tenemos el amargo placer de escuchar a justin
pero nos brillan los ojos
al verte sonreír gracias a él.

Nuestra chicona, la de los rizos al viento
y los libros en la mano,
y ese pequeño universo que ella inventó,
el de colorines y felicidad,
ese que ocupa cada rincón de su interior,
ese que saca al exterior
cuando todo es demasiado turbio,
y de verdad, todo es un poquito mejor.

Jamás cambies,
que sonriendo y siendo Sandra,
este mundo, una fresa con trocitos de mierda,
estará a tus pies.


Te quiero.

sábado, 3 de agosto de 2013

Más allá del tiempo y la distancia.

Harta de decepciones, 
de tragos amargos, 
sonrisas falsas, 
y demasiados "no pasa nada" con sabor a "me matas por dentro"

Harta de la vida que es tan perra
Pudiendo ser osita de peluche
En noches de llorera
Y que me engancha a vivir de esta manera.

Harta de tanto y a la vez tantísimo,
Te diré que antes de el trago amargo
Saboreaste un dulce malibu con piña 

Te diré, que su sonrisa falsa,
Hace la tuya verdadera y radiante
Y que si apagas tu sonrisa, 
Tal vez a alguien no le baste con la luz del sol,
Y decida atraerla de nuevo a besos.

Yo que soy de lágrima fácil,
de versos libres y desordenados,
de querer hasta reventar,
y de abrazar tan fuerte como pueda,
para disipar dudas como puñales.


También soy de besos cortos e intensos,
De querer huir antes de que sea tarde,
Y maldita sea, siempre es tarde,
O tal vez nunca quise huir.

Cabezota hasta la contradicción,
Aprendí a apreciar las despedidas,
Que dan los mejores besos 
y los abrazos que van más allá del tiempo y la distancia.

Encontronazos.

Te chocas de golpe y de frente.
Su sonrisa y esas maneras
sus ojos y el descaro de éstos. 
Que miran despertando huracanes de viento sur.

Y en ese encontronazo, te rompe los esquemas.
En ti nace un lado frívolo, borde y desinteresado,
que jamás sincronizaría contigo,
con la muchacha tímida, tierna e insegura que eres.

Pero como sacar ese lado,
hoy en día ser una zorra sin sentimientos es lo que manda,
y besar por besar es el entretenimiento oficial.

Mientras tú,
tú y tu rincón de los versos inacabados.
Besáis con la esperanza de que esta vez puedas huir a tiempo
con la cabeza alta,
y el corazón entero.